Bajo mis pies

Experimentar algo por primera vez.
Experimentar algo lejano a mi mundo.

Lo había oído en la radio.
Lo había visto en la tele.
Sabía que sucedía,
pero lejos de mí.

Una de las motivaciones de viajar
es sentir nuevas sensaciones.

Sentir el movimiento de la tierra.
Sentirla viva bajo mis pies.
Sentir miedo de aquello
que no puedo controlar.

La tierra para,
vuele a dormir
(de momento).

Rostros asustados.
Rostros asombrados.
Una sonrisa se dibuja en ellos.
Una sonrisa extraña.
Una sonrisa nerviosa.

El miedo disminuye
al ver que todo sigue igual.
El asombro continúa,
durará unos cuantos días.

La sonrisa se relaja.
Compartimos experiencias.
Compartimos sensaciones.
Es nuevo para mi.
Es nuevo para ellos.

La excitación de haber vivido algo tan lejano a mí
indunda mi cuerpo.
La excitación se mezcla
con el miedo aún presente.
Miedo a que vuelva a ocurrir
y que esta vez no sea un suave balanceo.

La excitación y el miedo
se mezclan con la tristeza.

El suave balanceo bajo mis pies
provenía de un fuerte movimiento
bajo los pies de miles de personas.
Un fuerte movimiento
destruyendo edificios.
Un fuerte movimiento
matando a personas bajo los edificios.

La excitación, el miedo y la tristeza
se mezclan con la alegría.
Alegría de estar aquí y no allí.

Una semana antes.
Una semana después.
Frases que bailan en mi cabeza.

Un comentario en “Bajo mis pies

Deja un comentario